BIODIVERSIDAD

LA BIODIVERSIDAD Y EL EQUILIBRIO AMBIENTAL
¿Saben a qué llamamos biodiversidad?
A la enorme variedad de seres vivos que habitan nuestro planeta.
Y todos esos organismos que viven sobre la Tierra se van agrupando en distintos ambientes y hacen que ese lugar mantenga un equilibrio con la naturaleza que lo rodea. A veces, sucede algún fenómeno que hace que se rompa el equilibrio natural que hay en ese entorno, lo que puede traer aparejados  serios problemas.
Uno de los problemas es la pérdida de algunas especies, tanto vegetales como animales, a causa de la destrucción de sus hábitats.
Entre los factores que inciden sobre la disminución de algunas poblaciones de la faz de la Tierra, como ser, en el caso de la flora, se encuentran la tala indiscriminada de árboles o el desmonte para la construcción de obras civiles.
Cuando se elimina un bosque y el terreno es destinado, por ejemplo, a la explotación agrícola o ganadera, disminuye en gran medida la capacidad de la superficie terrestre para controlar su propio clima y composición química.


LAS CONSECUENCIAS DE LA EXTINCION DE LAS ESPECIES
La deforestación, la transformación de los ambientes naturales en campos cultivados o de pastoreo, el impacto de las represas hidroeléctricas y muchas otras actividades humanas ponen en riesgo la flora y la fauna autóctonas de un ambiente.  Por este motivo, antes de emprender alguna obra hay que evaluar muy bien las consecuencias que esta tendrá sobre el entorno mediante un estudio de impacto ambiental.
Por otra parte, la  desaparición de animales y de plantas tarde o temprano incidirá en nuestra supervivencia, porque la población humana crece día a día y necesita cada vez mayor cantidad de alimentos obtenidos de la naturaleza. Si se destruyen sus hábitats, muchas especies se verán obligadas a emigrar y otras se extinguirán. Como consecuencia, habrá menos recursos para el consumo humano.
LA IMPORTANCIA DE PRESERVAR LAS ESPECIES
Tal vez mucha gente se pregunte por qué es tan importante preservar a las plantas que están desapareciendo y evitar que se extingan de este mundo.
Porque las plantas son indispensables para la vida humana, pero también son imprescindibles para conservar los ecosistemas.
La tala de los grandes árboles de la selva, como el palo rosa, trae aparejada consecuencias para ésa y otras especies asociadas. Por ejemplo, las grandes águilas, como la harpía, utilizan ese árbol como torre de observación para divisar a sus potenciales presas: monos, coatíes, ositos meleros y comadrejas. Al mismo tiempo, usan a estos árboles para construir sus nidos. En consecuencia, la disminución de palos rosa en la selva misionera perjudica directamente al águila harpía, que ya no actuará como control biológico de las poblaciones de otros animales.
Así como el palo rosa, también habría que agregar al palmito misionero, el ciprés  y  la araucaria del sur precordillerano, el astrágalo de las pampas, el milenario alerce y  el pino Paraná entre otros.  Aunque la jarrilla y el algarrobo están protegidos por leyes provinciales, su reducción numérica indica que igual se hacen cortes furtivos para su consumo como leña.
Como podemos ver, la extinción de una especie pone en amenaza la vida de otra o varias especies más, pero lo peor de todo esto es que sin darnos cuenta estamos poniendo en peligro nuestra propia especie, “ la raza humana”.
BIODIVERSIDAD EN PELIGRO DE EXTINCION
La vida del hombre está estrechamente ligada a la biodiversidad porque muchos seres vivos nos son de gran utilidad en nuestras cosas cotidianas. Animales y plantas nos sirven de alimento, para fabricar nuestra vestimenta, medicamentos y diversos objetos. Los seres vivos, como las plantas y los animales, forman parte de los recursos naturales que usamos a diario en nuestro beneficio.
No necesariamente tenemos que prescindir de ellas para que no se extingan, sino que debemos hacer un uso adecuado y controlado de las mismas.
Pero el ser humano aún no ha comprendido del todo este problema y algunas especies vegetales y especialmente animales, ya se han extinguido.
Cuando se tomó conciencia de esto se comenzaron a crear organismos con el fin de cuidar la biodiversidad. Una de estas entidades es la UICN Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que se formó en el año 1990. Esta institución realizó una lista roja de especies amenazadas, que se actualiza cada dos años y está reconocida a nivel mundial. Allí trabajan 8000 especialistas de diversas nacionalidades.